LAURA LEGAZCUE-Achieved the Condor de oro 2005.San Luis.Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires.

LAURA LEGAZCUE-Achieved the Condor de oro 2005.San Luis.Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires.
Laura L by Roberto Yabrek

miércoles, 29 de mayo de 2013

Eduardo Cuitiño Hace 9 minutos · Comparto mis palabras ayer en la presentación del libro: "Gardel, el muerto que habla": Muchas gracias a todos por estar aquí. Le quiero dar las gracias a todos… a mis amadas Emilia y Andrea… A los prologuistas y presentadores, como el Ingeniero Juan Grompone que me sorprendió con tanto conocimiento. A Susana Cabrera que hoy no pudo estar por un fuerte estado gripal que le impidió el viaje desde Tacuarembó, pero que me aportó ideas muy interesantes y misteriosas desde la óptica de alguien que habló directamente con un hermano de Gardel, como lo fue Carlos Segundo Escayola Oliva alias “Pato”… esperemos una pronta recuperación de su gripe. A don Ricardo Ostuni, Que en Paz Descanse, con el cuál tuve el honor intercambiar una serie de eamails en un momento muy especial de su vida, pues el luchaba contra una muy cruel enfermedad. Para intentar cambiarle la mente yo le escribía sobre su pasión en el fútbol: Boca Juniors, le hablaba de Riquelme y Palermo, o de Maradona y Brindisi, pero el añoraba a los Jaime Sarlanga, Mario Boyé, Carlos Sosa, José Marante, Claudio Vacca, y en especial a Severino Varela, alias el “boina fantasma”. A Marcelo Martínez por sus brutales aportes en el tema y su emotivo prólogo. Quiero agradecer especialmente también a la Editorial, en especial a Edmundo Canalda por ayudarme a cumplir el sueño de publicar un libro. A Delia Correa por su gran trabajo y ayuda. A la historiadora Martina Iñíguez por la pasión que me transmitió y por el gran volumen de información que me pasó, -sin el cuál este libro hubiera sido imposible-, y por corregir la primera parte de la obra también. A todos los que directa o indirectamente me ayudaron como lo son Walter Celina, Gustavo Laborde, Gonzalo Vazquez Gabor, Mario Azzarini Scoseria, a Nelson Sica Dell-Isola (presidente de la Academia del Tango del Uruguay) actualmente de viaje por Canadá pero partícipe de esta reunión, a Freddy González, a Carlos Arezo, a Enrique Latorres, al médico genetista Victor Raggio, a Ricardo Casas, al personal de la ORT, al doctor Gabriel Pombo, a Werther Harackieviewz, a Daniel Prosdóscimo. Y a José Aguiar del Diario El Pais y a Inés Nogueira del portal Montevideo.COMM por su gran ayuda al difundir mi tesis. Y un gran etcétera. Vamos a escuchar ahora al Mago, al Mudo… al Zorzalito Criollo… (no al zorzalito francés)…. Vamos a escuchar la versión clásica del tango: “Leguisamo solo” de letra y música de Modesto Papávero. Al regresar de la música… El año pasado el INAVI realizó un spot publicitario en donde aparecían Ruben Rada …. Y…. un actor argentino que hizo las veces de Carlos Gardel…. Al final del spot, el actor argentino que hacía de Gardel dijo: -Maa si…. Por un tannat, hasta la eternidad puede esperar… No… Gardel no hablaba así, eso es toque italiano. El cantor quedó muy mal caracterizado. En ningún momento se pronunciaron sus palabras típicas como “Ché”, “Viejo”, “Fenómeno” o “Salute”… Gardel hablaba como uruguayo, y esto no lo digo sólo yo, lo dijo también Astor Piazzola. El actor debió decir al final: -Pero viejo, por un tannat, hasta la eternidad puede esperar… A propósito de este tango, “Leguisamo solo” que parece hubiera sido escrito a la medida de Gardel… cabe aclarar (según me cuenta Marcelo Martínez) que no fue escrito para Gardel, fue escrito en 1925 y estrenado en 1926 por Tita Merello. Gardel recibió la partitura cuando se aprestaba a viajar para Barcelona cuando el dúo con Razzano ya se había disuelto. Gardel lo grabó allí en Barcelona, pero al final dijo otra cosa: “Che, viejo Francisco… Para cuando corra Lunático, viejo, dieciocho setenta por barba, y armado todo el mundo, hecho el gil, y… y no va más.” Gardel tuvo sus problemas con los números a través de los caballos de carrera. Al volver a Buenos Aires grabó nuevamente el tango, y el registro final fue el que escuchamos, con resignación a tanto dinero perdido: “Bueno, viejo Francisco, decile al Pulpo que a Lunático lo voy a mandar a cuarteles de invierno… Ya se ha ganado sus garbancitos, y la barra, completamente agradecida…Sentí la barra, (los guitarristas Ricardo y Barbieri contestan enfervorizados) ¡Muy bien! ¿Quién era Francisco? Francisco era Francisco Maschió, el que cuidaba los caballos a Gardel, que tenía una casa de veraneo por la rambla de Malvín a la altura de la calle Rimac… Casa que actualmente hoy existe, que fuera invadida, y que actualmente pertenece a la intendencia de Montevideo, Municipio E, y que se le está buscando algún un destino cultural. Montevideo se merece un museo del tango… o un museo de Carlos Gardel, tiro aquí la idea. Hay mucho para contar. A los turistas de los cruceros seguro que les encantaría. Celina Maschió, hija de don Francisco, fue testigo de la larga actividad de su padre con el cantor. Mientras Gardel filmaba la película el día que me quieras, cuyo argumento removedor a Garde le pegó y que lo llevó a ingresar a la iglesia de San Patricio en Nueva York… Celina (que aún vive) ha confesado que su padre recibió una última carta de Gardel desde Estados Unidos, en la que éste le confesaba que al regresar al Rio de la Plata: “Te voy a contar EL GRAN SECRETO DE MI VIDA” ¿Cuál era el gran secreto de su vida? Marcelo Martínez me sugiere: “ a lo mejor, el gran secreto de la vida de Gardel es el que muestras en tu libro” Por último quiero aclarar que este libro se escribió con cuatro objetivos: El primero es el de intentar colaborar humildemente en la clarificación de la verdadera biografía de don Carlos Gardel, nacido en Uruguay, en Tacuarembó y luego nacionalizado argentino, hijo de María Lelia Oliva y Carlos Félix Escayola, ajustando las tuercas de la maquinaria que tan valientemente iniciaran Erasmo Silva Cabrera, Nelson Bayardo, Eduardo Paysee González, y continuada por Martina Iñíguez, Susana Cabrera, Selva Ortiz, Nelson Sica, Mario Azzarini, Freddy González, Gonzalo Vazquez Gabor, y Carlos Arezo, entre otros. El segundo objetivo es el de hacer divulgación de la matemática de forma diferente, en momentos en que sólo la tercera parte de nuestros adolescentes completan la Educación Media. El tercer objetivo es para golpear a ese Uruguay del no se puede, en donde la cultura tiene poco espacio o casi nulo. En donde por algo el mejor grupo de rock se llama no te va a gustar, en donde Ruben Rada en realidad es el negro Rada, en donde Jorge Drexler es un trepador, en donde a Angel Eduardo Mateo que ahora está muerto le podemos dar un lugar donde quedarse y a Zitarrosa hasta le podemos pagar una sala. Si Gardel hubiera nacido en Tel Aviv en vez de Tacuarembó, hacía rato que se hubiera planteado una prueba genética libre de dudas que muestre su verdadero origen. El Uruguay del “si se puede” comienza por Carlos Gardel en Tacuarembó. El Uruguay del “si se puede” comienza probando con evidencia libre de dudas que Gardel nació en Tacuarembó. El cuarto objetivo era para hacerle llegar a los jóvenes la figura de don Carlos Gardel. Nuestros jóvenes viven una realidad muy compleja, con un alto porcentaje de desocupación y un futuro comprometido. Sin embargo, quiero que vean en Gardel al modelo para inspirarse. Gardel tuvo un pasado tristísimo, fue vendido por 3 mil pesos y llevado a vivir a otro país. A su verdadera madre quizás nunca la llegó a conocer. Delinquió, estuvo preso en una cárcel de máxima seguridad por el más abajo del sur en Ushuaia. Vivió luego en el bajo Montevideano, por la calle Recinto cerca de la fonda “del pinchazo” y del actual bar “el hacha”. Estuvo prontuariado por hacer el cuento del tio. Pero se cruzó con el tango y le hizo un firulete a la vida. Pues eso es el tango, hacerle un firulete a la vida. Cuando la vida te tire una pedrada al corazón, congelá todo, congelá el tiempo por un minuto y escuchate un tango… El lamento del bandonéon te hará hacer un zigzag inconsciente de baile que te ayudará a evitar la pedrada. A fuerza de dedicación y trabajo Gardel logró llegar a la meca del cine, allá en el norte. Cenó en el restaurante más lujoso del mundo, el Café de París, tuvo su propio Stud de Caballos, le cantó al futuro Enrique VIII de Inglaterra, se alojó en el Waldford Astoria de Nueva York. Pasó de ser utilero en el Teatro Victoria a ser el gran protagonista del 18 de Julio, del Solís, del Colón, de la Opera de París, logrando ser el hito cultural de la primera mitad del siglo XX en el Rio de la Plata. El máximo dolor que puede llegar a soportar tu alma hoy, es mínimo en relación al dolor con el cual vivió de continuo el Gardel de la eterna sonrisa. En una de sus presentaciones en el Teatro 18 de julio en Montevideo en el añlo 1933, un grupo de 5 canillitas se agolparon en la puerta y le preguntaron al portero si no los dejarían pasar igual, que la entrada de 1 peso era una fortuna para ellos. El portero primero le dijo que no, pero los chicos le dijeron que le preguntaran a Gardel. El portero fue a los camarines… y el rumor llegó a oidos de Gardel… Gardel fue hasta la puerta y habló con el organizador: -Mirá, voy a ser claro: hasta que ellos 5 no entren… yo no canto nada. Sigamos el ejemplo, hagamosle un firulete a la vida y seamos como ese ser inmenso que fue... don Carlos Gardel. Muchas gracias. Me gusta · · Compartir A Francisca Galperin le gusta esto.

Eduardo Cuitiño Hace 9 minutos · Comparto mis palabras ayer en la presentación del libro: "Gardel, el muerto que habla": Muchas gracias a todos por estar aquí. Le quiero dar las gracias a todos… a mis amadas Emilia y Andrea… A los prologuistas y presentadores, como el Ingeniero Juan Grompone que me sorprendió con tanto conocimiento. A Susana Cabrera que hoy no pudo estar por un fuerte estado gripal que le impidió el viaje desde Tacuarembó, pero que me aportó ideas muy interesantes y misteriosas desde la óptica de alguien que habló directamente con un hermano de Gardel, como lo fue Carlos Segundo Escayola Oliva alias “Pato”… esperemos una pronta recuperación de su gripe. A don Ricardo Ostuni, Que en Paz Descanse, con el cuál tuve el honor intercambiar una serie de eamails en un momento muy especial de su vida, pues el luchaba contra una muy cruel enfermedad. Para intentar cambiarle la mente yo le escribía sobre su pasión en el fútbol: Boca Juniors, le hablaba de Riquelme y Palermo, o de Maradona y Brindisi, pero el añoraba a los Jaime Sarlanga, Mario Boyé, Carlos Sosa, José Marante, Claudio Vacca, y en especial a Severino Varela, alias el “boina fantasma”. A Marcelo Martínez por sus brutales aportes en el tema y su emotivo prólogo. Quiero agradecer especialmente también a la Editorial, en especial a Edmundo Canalda por ayudarme a cumplir el sueño de publicar un libro. A Delia Correa por su gran trabajo y ayuda. A la historiadora Martina Iñíguez por la pasión que me transmitió y por el gran volumen de información que me pasó, -sin el cuál este libro hubiera sido imposible-, y por corregir la primera parte de la obra también. A todos los que directa o indirectamente me ayudaron como lo son Walter Celina, Gustavo Laborde, Gonzalo Vazquez Gabor, Mario Azzarini Scoseria, a Nelson Sica Dell-Isola (presidente de la Academia del Tango del Uruguay) actualmente de viaje por Canadá pero partícipe de esta reunión, a Freddy González, a Carlos Arezo, a Enrique Latorres, al médico genetista Victor Raggio, a Ricardo Casas, al personal de la ORT, al doctor Gabriel Pombo, a Werther Harackieviewz, a Daniel Prosdóscimo. Y a José Aguiar del Diario El Pais y a Inés Nogueira del portal Montevideo.COMM por su gran ayuda al difundir mi tesis. Y un gran etcétera. Vamos a escuchar ahora al Mago, al Mudo… al Zorzalito Criollo… (no al zorzalito francés)…. Vamos a escuchar la versión clásica del tango: “Leguisamo solo” de letra y música de Modesto Papávero. Al regresar de la música… El año pasado el INAVI realizó un spot publicitario en donde aparecían Ruben Rada …. Y…. un actor argentino que hizo las veces de Carlos Gardel…. Al final del spot, el actor argentino que hacía de Gardel dijo: -Maa si…. Por un tannat, hasta la eternidad puede esperar… No… Gardel no hablaba así, eso es toque italiano. El cantor quedó muy mal caracterizado. En ningún momento se pronunciaron sus palabras típicas como “Ché”, “Viejo”, “Fenómeno” o “Salute”… Gardel hablaba como uruguayo, y esto no lo digo sólo yo, lo dijo también Astor Piazzola. El actor debió decir al final: -Pero viejo, por un tannat, hasta la eternidad puede esperar… A propósito de este tango, “Leguisamo solo” que parece hubiera sido escrito a la medida de Gardel… cabe aclarar (según me cuenta Marcelo Martínez) que no fue escrito para Gardel, fue escrito en 1925 y estrenado en 1926 por Tita Merello. Gardel recibió la partitura cuando se aprestaba a viajar para Barcelona cuando el dúo con Razzano ya se había disuelto. Gardel lo grabó allí en Barcelona, pero al final dijo otra cosa: “Che, viejo Francisco… Para cuando corra Lunático, viejo, dieciocho setenta por barba, y armado todo el mundo, hecho el gil, y… y no va más.” Gardel tuvo sus problemas con los números a través de los caballos de carrera. Al volver a Buenos Aires grabó nuevamente el tango, y el registro final fue el que escuchamos, con resignación a tanto dinero perdido: “Bueno, viejo Francisco, decile al Pulpo que a Lunático lo voy a mandar a cuarteles de invierno… Ya se ha ganado sus garbancitos, y la barra, completamente agradecida…Sentí la barra, (los guitarristas Ricardo y Barbieri contestan enfervorizados) ¡Muy bien! ¿Quién era Francisco? Francisco era Francisco Maschió, el que cuidaba los caballos a Gardel, que tenía una casa de veraneo por la rambla de Malvín a la altura de la calle Rimac… Casa que actualmente hoy existe, que fuera invadida, y que actualmente pertenece a la intendencia de Montevideo, Municipio E, y que se le está buscando algún un destino cultural. Montevideo se merece un museo del tango… o un museo de Carlos Gardel, tiro aquí la idea. Hay mucho para contar. A los turistas de los cruceros seguro que les encantaría. Celina Maschió, hija de don Francisco, fue testigo de la larga actividad de su padre con el cantor. Mientras Gardel filmaba la película el día que me quieras, cuyo argumento removedor a Garde le pegó y que lo llevó a ingresar a la iglesia de San Patricio en Nueva York… Celina (que aún vive) ha confesado que su padre recibió una última carta de Gardel desde Estados Unidos, en la que éste le confesaba que al regresar al Rio de la Plata: “Te voy a contar EL GRAN SECRETO DE MI VIDA” ¿Cuál era el gran secreto de su vida? Marcelo Martínez me sugiere: “ a lo mejor, el gran secreto de la vida de Gardel es el que muestras en tu libro” Por último quiero aclarar que este libro se escribió con cuatro objetivos: El primero es el de intentar colaborar humildemente en la clarificación de la verdadera biografía de don Carlos Gardel, nacido en Uruguay, en Tacuarembó y luego nacionalizado argentino, hijo de María Lelia Oliva y Carlos Félix Escayola, ajustando las tuercas de la maquinaria que tan valientemente iniciaran Erasmo Silva Cabrera, Nelson Bayardo, Eduardo Paysee González, y continuada por Martina Iñíguez, Susana Cabrera, Selva Ortiz, Nelson Sica, Mario Azzarini, Freddy González, Gonzalo Vazquez Gabor, y Carlos Arezo, entre otros. El segundo objetivo es el de hacer divulgación de la matemática de forma diferente, en momentos en que sólo la tercera parte de nuestros adolescentes completan la Educación Media. El tercer objetivo es para golpear a ese Uruguay del no se puede, en donde la cultura tiene poco espacio o casi nulo. En donde por algo el mejor grupo de rock se llama no te va a gustar, en donde Ruben Rada en realidad es el negro Rada, en donde Jorge Drexler es un trepador, en donde a Angel Eduardo Mateo que ahora está muerto le podemos dar un lugar donde quedarse y a Zitarrosa hasta le podemos pagar una sala. Si Gardel hubiera nacido en Tel Aviv en vez de Tacuarembó, hacía rato que se hubiera planteado una prueba genética libre de dudas que muestre su verdadero origen. El Uruguay del “si se puede” comienza por Carlos Gardel en Tacuarembó. El Uruguay del “si se puede” comienza probando con evidencia libre de dudas que Gardel nació en Tacuarembó. El cuarto objetivo era para hacerle llegar a los jóvenes la figura de don Carlos Gardel. Nuestros jóvenes viven una realidad muy compleja, con un alto porcentaje de desocupación y un futuro comprometido. Sin embargo, quiero que vean en Gardel al modelo para inspirarse. Gardel tuvo un pasado tristísimo, fue vendido por 3 mil pesos y llevado a vivir a otro país. A su verdadera madre quizás nunca la llegó a conocer. Delinquió, estuvo preso en una cárcel de máxima seguridad por el más abajo del sur en Ushuaia. Vivió luego en el bajo Montevideano, por la calle Recinto cerca de la fonda “del pinchazo” y del actual bar “el hacha”. Estuvo prontuariado por hacer el cuento del tio. Pero se cruzó con el tango y le hizo un firulete a la vida. Pues eso es el tango, hacerle un firulete a la vida. Cuando la vida te tire una pedrada al corazón, congelá todo, congelá el tiempo por un minuto y escuchate un tango… El lamento del bandonéon te hará hacer un zigzag inconsciente de baile que te ayudará a evitar la pedrada. A fuerza de dedicación y trabajo Gardel logró llegar a la meca del cine, allá en el norte. Cenó en el restaurante más lujoso del mundo, el Café de París, tuvo su propio Stud de Caballos, le cantó al futuro Enrique VIII de Inglaterra, se alojó en el Waldford Astoria de Nueva York. Pasó de ser utilero en el Teatro Victoria a ser el gran protagonista del 18 de Julio, del Solís, del Colón, de la Opera de París, logrando ser el hito cultural de la primera mitad del siglo XX en el Rio de la Plata. El máximo dolor que puede llegar a soportar tu alma hoy, es mínimo en relación al dolor con el cual vivió de continuo el Gardel de la eterna sonrisa. En una de sus presentaciones en el Teatro 18 de julio en Montevideo en el añlo 1933, un grupo de 5 canillitas se agolparon en la puerta y le preguntaron al portero si no los dejarían pasar igual, que la entrada de 1 peso era una fortuna para ellos. El portero primero le dijo que no, pero los chicos le dijeron que le preguntaran a Gardel. El portero fue a los camarines… y el rumor llegó a oidos de Gardel… Gardel fue hasta la puerta y habló con el organizador: -Mirá, voy a ser claro: hasta que ellos 5 no entren… yo no canto nada. Sigamos el ejemplo, hagamosle un firulete a la vida y seamos como ese ser inmenso que fue... don Carlos Gardel. Muchas gracias. Me gusta · · Compartir A Francisca Galperin le gusta esto.

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