cronicas

con el objetivo de dar mayor visibilidad a un grupo heterogéneo de músicos y con la participación especial, entre otros, de rubén olivera y mauricio ubal, se viene desarrollando este ciclo todos los viernes de junio en teatro del museo torres garcía

la próxima fecha reunirá a viviana ruíz-clara garcía y martín brea mattos & por hora por día por mes

si querés ampliar información, leer una entrevista con los artistas y participar del sorteo de entradas hacé clic aquí





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© SieteNotas / © DelUruguay - 1999 - 2011



1. Una famosa pareja: 'La Tatusa' y 'Adios los dos' De: canugi Yorugua
2. Aquel paseo de los Pocitos y sus casas quintas frente al mar De: canugi Yorugua
3. La propaganda en el pavimento y algunos tipos fuera de serie De: canugi Yorugua
4. 'Esos ranchos del buceo donde se cantaba a coro y se comía muy bi De: canugi Yorugua
5.1. Sarandi y sus figuras De: canugi Yorugua
6. Sodre toca compositores nacionales De: Elbio Barilari
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1. Una famosa pareja: 'La Tatusa' y 'Adios los dos'
Enviado por: "canugi Yorugua" canugi@yahoo.com canugi
Mié, 8 de Jun, 2011 5:38 pm


Contemporáneos ambos, Josefina Pereira (a) "La Tatusa" y "Adiós los dos", siempre se respetaron en el dominio de sus jurisdicciones. Ella en el Bajo y él en la Plaza Independencia.

Sucede que "La Tatusa", emergía como un hongo etílico, los domingos de nochecita buscando a su inefable amigo "Adiós los dos", y éste que le tenía un odio jurado a la caña, le recriminaba su estado, mostrándole su bebestible favorito, el vino, siempre en esa ex botella de anís Carabanchel que, el destacado pionero de la manga, minaba en el crecido césped de un cantero de la Plaza.

Pero ella, mujer al fin y previsora (usaba a manera de cinturón, sujetándole la pollera cocolichesca, una cuerda de colgar ropa en la azotea), se daba una media vuelta de marquesa septuagenaria y le pegaba un trago a un ex frasco de agua oxigenada, con caña cortada al vino garnacha.

Y allí empezaba un diálogo entre hipos vitivinícolas y la tartamudez de soprano con voz de sótano de "La Tatusa".

- Vo tené que venir conmigo al altiyo. Vasaber que vidongo vamo a pasar entre lo do. No acostamo a las cuatro de la mañana y lo levantamo a la do de la tarde. Meta mate dulce y torta frita. Depué vo te vení a la Plaza a mangar y yo limpio el altiyo, le pongo flore a la lata de aceite y todo lo demá que tiren la bronca.

- No Tatusa, en cuanto se enteren que yo tengo amores contigo, quién aguanta a la mersa. Tengo que guardar la línea porque mis clientes son gente de la banca, del gobierno y de la industria. Y los domingos cuando vienen a pasear por la Plaza con sus familiares, me dan un medio en vez de un vintén.

Ella lanzó un suspiro de garza acorralada por un loro chaqueño y extrajo de su pecho un recorte de "La Tribuna Popular", a tiempo que orgullosamente le decía a su amigo:

- Mirá vo, tanto embromar con el negro Isabelino Gradín en lo dociento metro llano y lo gole de Petrone, leé lo que dice el diario de tu amorsito...

"Josefina Pereira (a) "La Tatusa fue remitida ayer por la comisaría de la 2da. sección policial por cuadragésima vez en lo que va del año y por el delito de ebriedad y desorden..."

Allí la terca obstinación de "Adiós los dos", se derrumbó y después de mandarse un trago de vino cantinero de la Plaza Zabala, le estampó un beso en el cachete a su amada, al tiempo que le decía:

- Me siento Amadio Nervio y vos sos mi amadamóvil...

Y en seguida a festejar la luna de miel, con la uvita de Fun Fun, mientras "Adiós los dos", ya sintiendo su responsabilidad marideña, iba capitalizando sus saludos: "Adios Ud., adiós los dos, adiós todos..."

Los fantasmas de Montevideo

Luis Alberto Varela (El Bastonero) – 1961


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2. Aquel paseo de los Pocitos y sus casas quintas frente al mar
Enviado por: "canugi Yorugua" canugi@yahoo.com canugi
Mié, 8 de Jun, 2011 5:38 pm


Por aquellas callecitas polvorientas y tranquilas, que parecían dormir una eterna siesta, solamente interrumpida por las pesadas carretas y el oleaje de la costa cercana: Ellauri, Tabaré, Vazquez Ledesma... Caminitos y senderos haciendo guardia de honor al poeta y señor de sus dominios: Juan Zorrilla de San Martin.

Las carretas iban a lo largo de Pocitos (de allí Punta Carretas) llevando conchilla para las canchas de bochas y excelente mezcla para los ladrillos en las construcciones desde Pocitos hasta el Buceo.

Pocitos "del lado de acá" le decían los vecinos a lo que ahora es 21 de Setiembre. Más tarde conocido ese lugar por el Barrio "La Tribuna".

Para los que vivían "de lado de allá", tirando hacia Pagola, llegaban al monte lindando con la actual Larrañaga.

Dos o tres quintas cercanas eran las que surtían de verduras a la ciudad y también los primeros tomates de la temporada (antes que los de Canelones) llegaban al famoso restaurant de Morini y al Hotel del Globo.

Por Buxareo y la Rambla, una casa de reminiscencias medievales llamada "de los ingleses". Largo tiempo desocupada, hasta que los sacerdotes de varios centros educacionales irán en las vacaciones a bañarse. Desde la casa un puentecito llegaba hasta el agua.

Algunos ya le decían "La Ranita" a la cantina de Barreiro; de ahí llevaban el vino para los ranchos del Buceo. De esos mismos ranchos clavados como estacas en el recuerdo, después de haber sido raíces del mate, el tango, y las comilonas...

También está enterrado en el centro de la bahía –frente al puertito- el viejo sueño de un navegante frustrado: un barco de cemento y de asfalto, cuyo creador, un pintoresco personaje venido de otras playas y conocido por "El Ruso" y que todo el dinero ahorrado en changas y en pequeñas labores lo empleó en la construcción del mismo, desde un pequeño chinchorro de su propiedad.

Un día, un temporal furioso abatió su locazo sueño de un barco de asfalto y de cemento...

"Tavera", cuyo oficio de cuidador de ranchos (antecesor del "ñato" Pedreira) lo hacía pasear ufano y orgulloso por la rambla "de los Pocitos" los domingos de tarde, enfundado en un sacón de marinero y gorra de capitán. Tocando un curioso instrumento musical que le permitía comunicarse (esquizofrenia ornitológica) con los pajaritos...

El bolichito del Expreso, le llamaba la muchachada de Pocitos a la proa de Benito Blanco y Avenida Brasil, donde se tomaba ajenjo (viejo sueño de Verlaine) llamado tambien "pernod".

Y esa terraza, hermano, con su hotel sobre la arena, con sus habituales paseantes acodados en sus barandas. Difícil encontrar una dama sin capelina y un caballero sin sombrero. Tremendo sacrilegio de lesa sociabilidad pasearse por la arena, la terraza o la rambla, sin saco, cuello y corbata...

Desde el hotel edificado entre la rambla y la arena (a la altura de la calle Martí), con sus amplios ventanales en el corredor que le permitía a los comensales admirar la belleza de aquellas bañistas con sus trajes cerrados hasta el cuello y más abajo de las rodillas...

Los fotógrafos de riguroso traje blanco y gorras de visera, cobrando el increíble precio de 0.50 cts. tres postales...

Mientras los campanazos de los travías anunciaban su llegada a "los Pocitos" y desde las quintas que estaban frente a la playa, en los atardeceres veraniegos, el olor del jazmín del país y las verduras regadas por sus dueños, configuraban el paisaje de un Pocitos con gallineros y al mismo tiempo elegante y querendón.

Espejo de un tiempo asomado en las sombrillas de las matronas y el pimpollo de una rosa en el ojal del saco, de un don Juan que nunca más volvió...

Los fantasmas de Montevideo

Luis Alberto Varela (El Bastonero) – 1961

(13) Una famosa pareja: "La Tatusa" y "Adios los dos"

Contemporáneos ambos, Josefina Pereira (a) "La Tatusa" y "Adiós los dos", siempre se respetaron en el dominio de sus jurisdicciones. Ella en el Bajo y él en la Plaza Independencia.

Sucede que "La Tatusa", emergía como un hongo etílico, los domingos de nochecita buscando a su inefable amigo "Adiós los dos", y éste que le tenía un odio jurado a la caña, le recriminaba su estado, mostrándole su bebestible favorito, el vino, siempre en esa ex botella de anís Carabanchel que, el destacado pionero de la manga, minaba en el crecido césped de un cantero de la Plaza.

Pero ella, mujer al fin y previsora (usaba a manera de cinturón, sujetándole la pollera cocolichesca, una cuerda de colgar ropa en la azotea), se daba una media vuelta de marquesa septuagenaria y le pegaba un trago a un ex frasco de agua oxigenada, con caña cortada al vino garnacha.

Y allí empezaba un diálogo entre hipos vitivinícolas y la tartamudez de soprano con voz de sótano de "La Tatusa".

- Vo tené que venir conmigo al altiyo. Vasaber que vidongo vamo a pasar entre lo do. No acostamo a las cuatro de la mañana y lo levantamo a la do de la tarde. Meta mate dulce y torta frita. Depué vo te vení a la Plaza a mangar y yo limpio el altiyo, le pongo flore a la lata de aceite y todo lo demá que tiren la bronca.

- No Tatusa, en cuanto se enteren que yo tengo amores contigo, quién aguanta a la mersa. Tengo que guardar la línea porque mis clientes son gente de la banca, del gobierno y de la industria. Y los domingos cuando vienen a pasear por la Plaza con sus familiares, me dan un medio en vez de un vintén.

Ella lanzó un suspiro de garza acorralada por un loro chaqueño y extrajo de su pecho un recorte de "La Tribuna Popular", a tiempo que orgullosamente le decía a su amigo:

- Mirá vo, tanto embromar con el negro Isabelino Gradín en lo dociento metro llano y lo gole de Petrone, leé lo que dice el diario de tu amorsito...

"Josefina Pereira (a) "La Tatusa fue remitida ayer por la comisaría de la 2da. sección policial por cuadragésima vez en lo que va del año y por el delito de ebriedad y desorden..."

Allí la terca obstinación de "Adiós los dos", se derrumbó y después de mandarse un trago de vino cantinero de la Plaza Zabala, le estampó un beso en el cachete a su amada, al tiempo que le decía:

- Me siento Amadio Nervio y vos sos mi amadamóvil...

Y en seguida a festejar la luna de miel, con la uvita de Fun Fun, mientras "Adiós los dos", ya sintiendo su responsabilidad marideña, iba capitalizando sus saludos: "Adios Ud., adiós los dos, adiós todos..."

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Luis Alberto Varela (El Bastonero) – 1961


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3. La propaganda en el pavimento y algunos tipos fuera de serie
Enviado por: "canugi Yorugua" canugi@yahoo.com canugi
Mié, 8 de Jun, 2011 7:17 pm


Los letreros no luminosos a base de pizarrones, tablitas, cartones y hombres sandwiches fueron haciendo –lenta y pacientemente- su historia reclamística, en un Montevideo sin olor a chorizos y morcillas.

Eran los anuncios con versos y epigramas, propaganda cotizada al igual que los artistas del gran guignol del Royal Theatre, de la calle Mitre o el paraninfo del cuatro por dos: el Plus Ultra de la calle Yerbal.

Un día avanza con su estridente trompeta en una mano y en la otra un clarinete, un apuesto moreno peinado a la gomina: Enrique Loiz. Sobre su espalda y en un recuadro de tela blanca una botella dibujada y la leyenda (ya para siempre popular): "Pineral".

Al principio le regalaban al moreno y como extra (el jornal eran 10 pesos por 5 horas de propaganda), una botella para su "uso personal".

Era evidente que Loiz, no iba a perfumarse con el líquido propagandístico y él de lo mas orondo, se lo tomaba como desayuno y almuerzo... Sería por eso que su trompeta sonaba a veces como funeral concierto y su clarinete a macabros festines en la selva.

La botella de regalo se la retiraron el día que Enrique Loiz, se mandó un solo de clarinete, frente a la Casa de Gobierno.

También estaba el "Canario" Barboza, propagandista del "cristal de roca" de una casa de la calle Andes.

Usaba levita, pantalón de fantasía y zapatos de charol con polainas cremita y que, munido de una flauta murguista (lo único que tocaba era la Cumparsita), empezaba su ritornello: "Yo les puedo garantizar/ que el cristal de roca es/ un portento de dureza/ como pieza de ajedrez."

Y al tiempo que tiraba unos volantes, le daba duro y parejo a la flauta de caña, con su correspondiente hojilla Job, sujetada por aquellas gomitas de cajas de fósforos...

Luego, hizo irrupción todo un señor del pavimento montevideano: Chaplín, la más perfecta imitación que se haya dado en nuestro país del extraordinario bufo inglés. Durante muchos años el muchacho uruguayo, intervino en el puntapié inicial de los clásicos en el Estadio Centenario y siendo el artista popular más solicitado en la publicidad callejera y en las fiestas infantiles.

El "Finito" Godoy, propagandista de los caramelos "Besos" y de una de las primeras fábricas de aluminio del Uruguay.

En un pequeño escenario levantado en nuestras plazas, y subido sobre una mesa tomaba un artefacto de aluminio (olla o cacerola) y con un martillo le daba con fuerza ciclópea, al tiempo que gritaba como un gigante en la entrada del averno: "El único aluminio en el mundo que no se abolla."

Sucedía que un amigo del "Finito" le había hecho algunas piezas de acero, con el color del aluminio, y sus ingresos eran dobles: jornal y además comisión por las que vendía a prueba de golpes... Talvez un creador por su visión de futuro industrial y el orgullo de quien se planta en la calle a demostrar su ingenio...

O aquel inefable jorobadito "Andrés", que, con una especie de toga capuchina y una campanilla en su cintura, hacía el reclame de la zapatería "La Banderita" (Rincón y Juan Carlos Gómez), megáfono mediante, hasta quedar ronco: "Vengan todos a comprar/ con mamá y con abuelita/ el zapato antijuanete/ que vende "La Favorita"... "

Y el "Tornillo" Olivera que, en pleno invierno y de riguroso pijama, sentado junto a una mesita en la Plaza Independencia, hacía que leía un libro con gran interés (era analfabeto) mientras tomaba sorbitos del famoso guindado "Pedemonte".

Los fantasmas de Montevideo

Luis Alberto Varela (El Bastonero) – 1961


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4. 'Esos ranchos del buceo donde se cantaba a coro y se comía muy bi
Enviado por: "canugi Yorugua" canugi@yahoo.com canugi
Mié, 8 de Jun, 2011 7:17 pm


Era el tiempo en que solamente los "con auto" o con muchos billetes se permitían el lujo de veranear en la puntaesteña costa fernandina. O los medianos (forchela a bigote) en Piriápolis o Atlántida. De esa época en que hubieran sido exóticos los nombres de Solymar, Lagomar, Las Toscas o Jaureguiberry. .. Los falsos moralistas se espantaban cuando oían decir: "Anoche en un rancho del Buceo..." Los creían pecaminosos, inmorales, negativos. No sabían nada. Se perdieron lo mejor de nuestra historia ciudadana. Desde la costa del Buceo hasta Malvín. Documento valedero de una juventud que los sábados de noche, se encaminaba a pie por la costa (haciendo estaciones y copas) o en un tranvía 38-39 que llegaba hasta el Buceo, a vivir desde esa noche, hasta la siguiente del domingo y hacer lo que en sus casas hubiera sido un imposible: pelar papas, limpiar pescado y también el rancho...

Aunque el culto de la liturgia ranchera eran los coros, el tango tenía un sitio de honor. Lo había sentenciado Discépolo: "El tango es un pensamiento que se puede bailar". Y mientras desde un rancho se olfateaba el penetrante guiso de lentejas con tocino y chorizos de Extremadura, desde el vecino, se sentía el jadear asmático de la cuerda victrolera y el rayado disco de "Papas Calientes" y los muchachos –entre ellos- haciendo arabescos en la punta deshilachada de las alpargatas playeras...

Y así como los clientes gallineriles del teatro, conocen mejor las bambalinas que los que van por ocio o digestión, los rancheros de nuestra costa conocían el "metier sedante"de la pesca y la comida, de acostarse en un perezoso bajo un cielo tachonado de estrellas; cuidar de atuendo del rancho (el agua jane imperaba sobre el perfume femenino) y preparar esos platos, que en el centro de la ciudad, parecían estar destinados para los estómagos diamantinos. ..

Desde Pedro Bustamante y la Rambla, el "Haille Hulle" y después "El Arrogue". Más arriba por Arrascaeta (pasando Comercio) "Los Miserables" y "Los Imperecederos" , "Fátima" y "Los Distinguidos reos"

"Un día de estos te voy a llevar a un rancho y te vas a dar cuenta que ni viajando en un yate de lujo, vas a comer y a tomar con música ambientada". Me dijo el "Negro" Durante y cumplió su palabra.

Me levantó una noche en la esquina del "Cosechera" (18 y Convención) en una coquetona forchela con ruidaje a pezuñas, donde viajaban como invitados el "Mudo" Calepino (singular cronista de la época) y el "Rana" Gutiérrez, que tocaba el piano de botellas.

El dueño de la nave terrícola, me fue presentado como una alta dignidad bancaria. El "Negro" hacía de bastonero, por la Mondiola y el puerto del Buceo, entre colinas y baches: "por aquí se suicidó una pareja"; aquí apareció un pescador con un ñudo en la carótida, y por allá cantó la "Negra" Bozán, en pantalones".

La puerta del rancho tenía dos pesados candados para asegurar su inviolabilidad contra los cacos. No bien traspusimos la puerta, apareció un Chandler, con tres invitados.

Seguía el bastonero: "Este rancho tiene cierto refinamiento y cultura. Estando erradicado el puchero, la cascarilla y los cigarrillos Ferriolo; es uno de los más caros del Buceo: 8 pesos por mes, dos piezas de cuatro por cuatro, cocina y cuarto de baño".

Mi asombro iba en aumento, por la cantidad de estantes. Latas de bizcochos de anís, de galletitas "Terrabusi"; vinos garnacha, seco, oportos. El bacalao lo tenían colgado en un ropero, como si fueran trajes.

Después de comer jamón con salsa tártara, croquetas de pollo a la catalana, trocitos de lechón a la parisina y caldo a la reina, me preguntaba si quería café o té y de qué esquina de la ciudad. Se me ocurrió decir: "De Ejido y 18". Me trajeron el pocillo, la cucharita y el platillo del "Sportman". En seguida el "Negro", adivinando mis dudas, me aclaró: "Aquí nadie es afanador. Lo que ves, son puramente recuerdos... "

Antes de regresar al centro, alguien apagó la luz y prendió alcohol azul de primus con sal sobre un plato, al tiempo que en la victrola se oía la "Danza macabra" de Saint-Saens. El "Negro" Durante pronunció las sacramentales palabras: "Para que los visitantes sepan, que además de Olímpicos, los uruguayos semos cultos..."

Los fantasmas de Montevideo

Luis Alberto Varela (El Bastonero) – 1961


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5.1. Sarandi y sus figuras
Enviado por: "canugi Yorugua" canugi@yahoo.com canugi
Mié, 8 de Jun, 2011 7:39 pm


Desde la Escollera y el Polígono, la calle Sarandí va dejando atrás Juan Lindolfo Cuestas, Guaraní y Maciel. Avanza unos metros hasta Mercado Chico, para saludar todas las mañanas a un vecino y poeta: Leoncio Lasso de la Vega. Cabellos blancos y bigotes románticos, con algo de Quevedo y de Cyrano.

Al llegar a la calle Alzáibar, los canteritos florales de la Plaza Zabala llegan con sus efluvios a Sarandí. Allí cerquita uno de los letreritos pintorescos de la época: "Peluquería de Chichilo y sus siete venenos" (agua de colonia para después de afeitarse a 0.85 cts. el litro).

Antes de Misiones y sobre la acera de la derecha, las casas de Remate con sus mozos de cordel (cuerdita al hombro, símbolo de su oficio): a la izquierda, la famosa "Res non verba", panadería del marsellés chico y los bizcochitos de anís para el chocolate Menier.

Y ya tenemos a la vista "La Bolsa de los Libros", de don Claudio García. ¿Quién no se llevó de ese revoltijo, un Baudelaire, o un Lamartine, un Pierre Loti o Pío Baroja por 0,25 cts.? Al morir don Claudio –había editado más de un millón de páginas- dejó por toda herencia en la caja de su negocio, unos 25 pesos, legado de su entusiasmo editorial, de su hurañez exterior, de su congénita bondad.

Frente al Correo (en ese entonces las cartas se franqueaban por Sarandí) estaba el inglés que popularizaba la artesanía del alambre de oro y, que en 15 minutos transformaba el mismo en anillos, pulseras y prendedores. Llegó a convertirse en el punto de referencia para nuestros vecinos de allende el Río: "Usted se va a dar cuenta donde está el Correo: enfrente hay un tipo rubio que trabaja con alambres."

Ese café "Japonés" en la esquina de 33... También con su letrerito: "Después de la hora 18, Pagliotti con aceitunas griegas 0.12 cts." Y un pianista bajito y rechoncho, tocando insufribles valses y mazurcas... Con el tiempo el "Japonés" se vestirá de fiesta todos los atardeceres: con la primer orquesta de señoritas a rigurosa pollera larga y las blusas sin escote.

Antes de llegar a Ituzaingó está "Puyol" la confitería que rivaliza con "El Telégrafo" de la calle 25 de Mayo. Y que los cronistas sociales comentarán en su columna de los lunes: "En el atardecer de ayer domingo vimos salir de "Puyol" a las señoras y señoritas de tal y a los caballeros de cual."

Porque Sarandí, era la importancia de hablar en voz alta, de darse pisto. "Calle barroquista y dórica", cantará un día Juan Pedro López, desde el viejo "Plus Ultra" de la calle Yerbal...

Y desde la puerta del Club Uruguay o corriéndose hasta la de "Corralejo", estarán allí los Teófilo Diaz, los Amaro Carve, los Blas Vidal.

Aquella Casa Spera, con su gigantesco espejo en la pared –contiguo a la puerta principal- con sus "trajes de confección a 16 pesos y una corbata de obsequio a todo comprador."

¡Ah, Sarandí! De cuando pasaban arrogantes con sus mostachos mosqueteriles Angel Falco y Guzmán Papini y Zás. Y animando esa tertulia de sus tardes, la pomada intelectual de Manuel Medina Bentancort, Manolo Perez y Curis, Carlos Zum Felde, Francisco Alberto Schinca, Alvaro Armando Vasseur y otros...

Pero, el gran animador de Sarandí, el que la decoró con el escándalo de un pistoletazo (sin olvidar la muerte de Idiarte Borda frente a la Plaza Matriz) fue el inefable Roberto de las Carreras. El de la "Oda a Lina Cavalieri" y "Sueño de Oriente", que provocaba la ira de los celosos y hacía sonrojar las niñas a su paso.

Porque Roberto paseó por Sarandí su extravagante deleite de "dejarse ver", su afán de dandysmo, el murmullo castigador de la aldeana curiosidad.

Calle de Orsini Bertrani, Mecenas de nuestros literatos con su librería "La Moderna"; de la "Botica del Romano" (coloquio de médicos y vecinos hasta las diez de la noche); del café "Del Comercio"; de la casa de Márquez Ilarra con sus camisas de pechera y paños duros –un lujo de entonces- al increíble precio de "dos pesos".

Vieja calle que en el silencio de tus madrugadas, parecen escucharse las cifras o los cielitos de Bartolomé Hidalgo, como abriendo un camino en el tiempo de un recuerdo.

Los fantasmas de Montevideo

Luis Alberto Varela (El Bastonero) – 1961


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6. Sodre toca compositores nacionales
Enviado por: "Elbio Barilari" barilarius@yahoo.com
Jue, 9 de Jun, 2011 7:02 am


Martes 14 en Minas y jueves 16 en Montevideo
Compositores nacionales por el Conjunto de Cámara del Sodre

El próximo martes 14 de junio a las 20 horas en el Teatro Lavalleja de la ciudad
de Minas tendrá lugar un concierto extraordinario a cargo del Conjunto de Música
de Cámara del Sodre, el que se repetirá el jueves 16 a las 19.30 horas en el
Auditorio Nelly Goitiño; en ambas ocasiones se interpretará un programa
compuesto por obras de autores nacionales: César Cortinas (Poema para Quinteto),
Eduardo Fabini (Sarandí en la corriente), Juan José Iturriberry (Cuarteto de
Cuerdas Nº 2), Marita Perdomo (Prometeo 2 para Quinteto de Cuerdas), Gerardo
Moreira (Moncamdomveo y Camdomterror) y Elbio Rodriguez Barilari
(Canyengue y Tango para Beethoven).
El Conjunto de Cámara fue creado en 1931 junto con la Orquesta Sinfónica, como
cuarteto de cuerdas. Dos años más tarde se incorporó el cargo de pianista y así
quedo constituido en quinteto. Fueron sus integrantes los pianistas Misha
Jessel, Fanny Ingold, el cellista Pedro Laniella y el violinista Miguel Szilagyi
entre otros. Asimismo, entre sus coordinadores han figurado en distintos
períodos Juan Calos Bustelo, Fernando Couto, Marcelo Semiglia y en la actualidad
lo es el Ing. Juan Pedro Barbat. El Conjunto está integrado por Víctor Szilagyi
(primer violín), Juan Cannavó (segundo violín), Stella Maris
González (viola), Gerardo Moreira (violoncello) y Julián Bello (piano).
Desde su creación, ha cumplido una permanente actividad de conciertos en
distintas salas de Montevideo e interior del país. También se presentó en
Argentina, Brasil, Chile y Paraguay. Realiza una vasta obra de divulgación a
través de sus conciertos didácticos en escuelas, liceos y otros centros de
enseñanza, grabando obras capitales del repertorio editadas por el
Instituto. Participó en importantes festivales de Música de Cámara en Uruguay y
en el exterior, junto a destacados conjuntos. Su formación le permite abarcar un
extenso repertorio que incluye las obras fundamentales de la música de cámara de
todas las épocas.

Lic. Julio Zuasnabar

Comunicación Sodre
Sarandí 450

Tel: 2 915 6395 / 2 916 3647
Cel: 099 707 051

Por informes y venta de entradas en Auditorio Nacional
Horario de boletería Lunes a Sábado 13 a 19 horas
teléfono 2900 70 84
Auditorio Nelly Goitiño al teléfono 2 901 2850
Lunes a Sábado de 15:00 a 20:30 horas
Red UTS telefóno 2 900 1312

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Texto del mensajeFALLECIÓ UN GRANDE, NOS DEJÓ, ROBERTO MAIRA



Este domingo, 5 de julio de 2009, en Montevideo, en la mañana, falleció el gran cantor uruguayo Don ROBERTO MAIRA.

Este destacado cantor uruguayo militó en la orquesta de Mario Colucci, en la década de lo 60, pasando a actuar posteriormente como solista.

Integró desde el 12 de mayo de 1982, desde que naciera en el Bar Mazzone, de la Avenida Agraciada, el “último dúo del tango”, junto a su compinche, Don OSCAR NELSON.

En ROBERTO MAIRA, se iniciaron los Homenajes en Vida, un 6 de mayo, del 2001, en el Ateneo, de Montevideo, por parte de “PERFILES DEL TANGO”, institución de la que era miembro fundador e integrante del Sector Ideológico de la misma.

Con pesar comunico esto a todos los Miembros del Grupo, en el entendido que se nos va uno de los nuestros, de todas las horas. El más respetuoso saludo a mi amiga, Gilda, su esposa.

Dr. MIGUEL GADEA SANDLER

Director de “PERFILES DEL TANGO”


Texto del mensajeFALLECIÓ UN GRANDE, NOS DEJÓ, ROBERTO MAIRA

Este domingo, 5 de julio de 2009, en Montevideo, en la mañana, falleció el gran cantor uruguayo Don ROBERTO MAIRA.

Este destacado cantor uruguayo militó en la orquesta de Mario Colucci, en la década de lo 60, pasando a actuar posteriormente como solista.

Integró desde el 12 de mayo de 1982, desde que naciera en el Bar Mazzone, de la Avenida Agraciada, el “último dúo del tango”, junto a su compinche, Don OSCAR NELSON.

En ROBERTO MAIRA, se iniciaron los Homenajes en Vida, un 6 de mayo, del 2001, en el Ateneo, de Montevideo, por parte de “PERFILES DEL TANGO”, institución de la que era miembro fundador e integrante del Sector Ideológico de la misma.

Con pesar comunico esto a todos los Miembros del Grupo, en el entendido que se nos va uno de los nuestros, de todas las horas. El más respetuoso saludo a mi amiga, Gilda, su esposa.

Dr. MIGUEL GADEA SANDLER

Director de “PERFILES DEL TANGO”

MURAL QUE LUCE EN LA PLAZA SECA "JULIO SOSA"

HACE UNOS AÑOS SE INAUGURÓ LA PLAZA SECA "JULIO SOSA" EN LA ESQUINA DE JORGE NEWBERY Y AV. CÓRDOBA,
EN ELLA SE VE EL MURAL, CARICATURA "EL MALEVO" Y SE COLOCÓ UNA PLACA RECORDATORIA.
LA PLAZA ESTÁ A 50 METROS DEL EX BAR "LOSANDES", DONDE DEBUTÓ JULIO SOSA EN JUNIO DE 1949.
FUIIMOS CONVOCADOS POR EL GOBIERNO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES PARA AMENIZAR EL ACTO CON NUESTRO ESPECTÁCULO "HOMENAJE A JULIO SOSA".
COMO TODOS LOS AÑOS, TANTO EN LA FECHA DE SU NACIMIENTO, COMO EN LA DE SU LELWGADA A BUENOS AIRES, RENDIMOS DICHO HOMENAJE.
EL PRÓXIMO SÁBADO 18 DE JUNIO, A LAS 21HS., LO REALIZAREMOS EN EL CLUB SOCIAL "VILLA LURO", BERMÚDEZ 526, 4-672.2645.
TE ENTERARÁS DE LA VERDAD DE LA VIDA Y ANÉCDOTAS DE JULIO SOSA, ESCUCHARÁS SU ÚLTIMA AUDICIÓN DE RADIO SPLENDID Y SU POEMA HOMENAJE AL DR. LEÓN ELKIN, QUE INTERVINO EN SUS CUERDAS VOCALES Y QUEDARÁ DESPEJADA LA INFAMIA DE HABER ATRIBUIDO EL SUCESO QUE LE COSTÓ LA VIDA A LA PRESUNTA EBRIEDAD DE JULIO.
ESCUCHARÁS TEMAS INCUNABLES DE JULIO SOSA, GRABADOS EN 1948 Y LOS MEJORES TEMAS DE SU REPERTORIO, EN SU VOZ Y LA DE NUESTRO ELENCO.
NO TE LO PODÉS PERDER.
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